Apágame los ojos, puedo verte.
Ciérrame los oídos, puedo escucharte.
Sin pies puedo ir hacia ti.
Sin boca puedo implorarte.
Rómpeme los brazos y te tomaré con el corazón.
Detén mi corazón y laterá mi cerebro.
Si echas mi cerebro a las brasas, te llevaré en la sangre.
Poema que le dedicó Rainer Maria Rilke a Lou Andreas Salomé tras su muerte.
Es muy emotivo. Gracias por divulgarlo.
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Me alegra que te haya gustado. Me lo encontré en un libro y creí conveniente compartirlo. ¡Un abrazo!
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