Aléjate, hoy duele.
Aunque mañana te olvides y vuelvas a pasar página, ese malestar regresará de nuevo. Llamará tu atención recordándote que “no lo has superado”. Por eso, una y otra vez, la historia vuelve a repetirse.
Aléjate, hoy puedes.
El dolor te movilizará y hará que tomes una decisión. Así que no lo justifiques, sabes que pasó y pasará, de nuevo, si tú lo permites. Aprovecha ese malestar. Muévete.
Aléjate, quiérete.
A cualquier persona que quieres le recomendarías lo mismo. Huye, busca ayuda, estarás mejor sola. Tomarás perspectiva para no volver, otra vez, al mismo calvario conocido que te angustia.