En ocasiones me desconecto del mundo que me rodea. Las responsabilidades mezcladas con inseguridades, pensamientos y miedos, prisas y compromisos, hacen que me olvide de lo que hay a mi alrededor. De lo bien que me siento cuando aprecio el agua caliente que recorre mi piel en la ducha. De lo refrescante que esta resulta cuando por las mañanas me lavo la cara. Entonces, me siento agradecida por poder tener agua abundante en mi hogar. Por estar de pie, también, y por disfrutar de una buena salud.
Muchas veces me olvido de todo esto, cuando en realidad me hace sentir bien. Algunas personas lo llaman Mindfulness, otras centrarse en el momento presente. Yo prefiero llamarlo “conexión”. Una conexión conmigo misma, pero también con mi entorno. Una conexión que, a veces, paso por alto y que hace que me sienta perdida. La vida es realmente maravillosa. Pero hay que vivirla sintiendo.
Qué bonita forma de pensar!
Me gustaLe gusta a 2 personas