“Era pequeña, no se enteró de nada”, “eso sucedió en su infancia, así que lo que le ocurrió nada tiene que ver con lo que ahora le pasa”. Cuántos progenitores he escuchado decir estas frases en voz alta. Sin ningún pudor y olvidándose de cuando ellos fueron niños y se enteraban de todo. Los años pasan y los recuerdos se van olvidando. Pero hay algo que se imprime en la piel y que algunas personas cargan en forma de mochila tóxica. Maltrato en la familia, desprecios, refuerzo negativo, insultos… Todo lo que sucede en la infancia marca cada uno de los pasos que damos en la edad adulta. Da igual que lo neguemos. Poco importa que culpemos a los demás. Busquemos ayuda.
