Nunca había sido él.
A pesar de que creía que me importaba. A pesar de que me empecinaba en compensar todo el dolor que en mis entrañas se revolvía con lo poco bueno que yo solita magnificaba.
Nunca había sido él, siempre fui yo.
Lo único que me importaba era cómo yo me sentía cuando estaba con él. Porque me ayudaba a llenar aquellos huecos que, sola, me hacían sentir un miedo atroz.
me gusta!! bueno!
Me gustaLe gusta a 1 persona