Subes,
bajas,
pero nunca te quedas en el centro.
Quizás por miedo al equilibrio,
ese que tanta paz te traería,
que tantas soluciones te ofrecería,
pero que tú con una gran sonrisa rechazarías.
¿Por qué buscas sufrir?
¿Por qué te empeñas en retorcerte en el dolor?
Fotografía: Katharina Jung.
A veces no se puede evitar, es muy difícil no sentir al dolor como.base de la vida, si el dolor nos persigue. Besos a tu alma.
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