He notado el olor a café y la temperatura de la taza cuando con mis manos la rodeé. Me la llevé a la boca y con gusto probé un café moca con leche caliente y un poco de espuma. Me quedé contemplando el contenido tras dar mi primer sorbo y notar cómo este se deslizaba, suavemente, por mi garganta. Había tomado este tipo de café muchas veces, pero nunca me había detenido a degustarlo de verdad en todos los sentidos. Y entonces lo entendí todo.
Estaba centrada en el momento presente, disfrutando de las pequeñas cosas de la vida.
Suele pasarnos mucho, no disfrutamos de lo cotidiano, y es lo que realmente merece la pena. Besos a tu alma.
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Así es. ¡Un beso! 🙂
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Disfrutar de esas glorias es lo que nos hace vivir
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Esas son las mejores cosas de la vida…lástima que en esta sociedad que vivimos, con tantas tecnologías y tantas prisas no le demos tanta importancia a este tipo de cosas.
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