Siempre recordaré tu mirada,
esos ojos enfrente de mí,
tú acostada a mi lado en la cama.
Nunca olvidaré lo que ellos expresaban.
No había palabras que pudiesen decir
lo que por tu mente pasaba.
Pero yo lo sabía todo
y no porque fuera una vidente de esas…
Yo era como una narradora omnisciente,
pues el reflejo no mentía.
Eras tú, era yo.
Una única persona.
Una sola esencia.
Reblogueó esto en Directas & Indirectas.
Me gustaMe gusta