Si pudiera dedicarte una sola frase no sería “lo siento”. Sino un profundo y sentido “vete al cuerno”. Porque a ti me apegué tanto que me olvidé de mi misma. Te convertiste en mi mitad, cuando yo ya estaba entera. La culpa fue mía, pero te aprovechaste de la situación. Así que hoy más que nunca te digo, por fin, “adiós”.
Un comentario en “Vete al cuerno”