Nuestras manos se rozaron en un último adiós.
No existirían más futuros.
Tampoco más presentes a tu lado.
Pero sí pasados deseosos de poder olvidarnos.
Nuestras manos se rozaron en un último adiós.
No existirían más futuros.
Tampoco más presentes a tu lado.
Pero sí pasados deseosos de poder olvidarnos.