Te cernías sobre mí, en contra de mi voluntad. Yo intentaba separarte, pero ardías, quemabas. Cuando te tocaba, mis manos sangraban. Pero por más que incendiases mi piel, tu fuego abrasador jamás penetraría en mis entrañas.

Te cernías sobre mí, en contra de mi voluntad. Yo intentaba separarte, pero ardías, quemabas. Cuando te tocaba, mis manos sangraban. Pero por más que incendiases mi piel, tu fuego abrasador jamás penetraría en mis entrañas.