Intentas encontrar un sentido. De verdad que lo intentas. Pero, por mucho que te esfuerzas, todo es en vano. Ese tiempo que has invertido se vuelve en tu contra, te arrastra de nuevo hacia atrás. Tira de ti fuerte mientras gira y gira generando un torbellino de emociones negativas. Quieres caer. Quieres hundirte. Sabes que solo así podrás iniciar un nuevo camino. Sin embargo, te resistes, pues en realidad tienes miedo a que el sinsentido se apiade de ti.
