Te necesité como se necesita dormir cada día,
como el agua que mi cuerpo pide cuando tengo sed,
como la sonrisa que no podía evitar esbozar cuando te veía.
Te necesité, pero no de una forma sana, sino de una forma enfermiza.
Una forma en la que sufrí, en la que me olvidé de mí misma.
Ya no quería ser yo, tan solo tú existías.
Te necesité tanto que hasta desaparecí.
Me olvidé de quién era, incluso tú te olvidaste de mí.
Fue entonces cuando quise encontrarme, pero no estaba, desaparecí…
Te necesité y me rompí en pedazos,
trozos que formaron parte de ti.
Y cuando quise encontrarme, ¡me dolió tanto tener que volver a ti!
Te necesité tanto que amar significaba sufrir.
Regresar a ti me hundió por fin.
Pero ahora ya no te necesito.
Ahora… soy libre al fin.
Pues ahora a disfrutar!!! feliz lunes genial entrada 🙂
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Feliz lunes también para ti, ¡gracias! 😉
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Me encantó 😀
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Me ha fascinado, lo comparto.
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Preciosa poesía…
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¡Gracias! 🙂
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👏👏
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