No estaré toda la puta vida esperándote, así que espabila que el tiempo apremia y los problemas se suceden uno tras otro sin cesar. Quisiste tomarte tu tiempo, dejarlo todo en manos del destino. Ahora te ves desbordada por un sinfín de emociones que te están llevando directa hacia al abismo.
La culpa es tuya, ¿no lo ves? Abarcaste demasiado sin saber. Es lógico, no te voy a castigar tanto. Nadie nos enseña cómo caminar por los senderos sentimentales que hasta la saciedad pisaste.
Pero, no voy a estar toda la vida esperándote. Ya llegas con retraso en tu aprendizaje. ¡Basta de tropezar siempre con la misma piedra! ¿No te das cuenta de que la historia es la misma, que solo cambian los protagonistas?
El tiempo apremia, así que ¡corre! Aprende rápido que me desvanezco. Esas comisuras que mantengo levantadas (aún cuando quiero llorar, gritar, lanzarme al suelo) no se sostendrán mucho tiempo si te niegas a aprender de los errores, cometiéndolos una y otra vez, de nuevo.
Atentamente, tu felicidad.
Grave error que todos cometemos el creer que la felicidad, la nuestra, está en otros. Bravo.
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Pues sí, una realidad de la que difícilmente nos damos cuenta y de la que no es fácil escapar. Me alegra que te haya gustado, un abrazo 🙂
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