Quizás ya sabía lo que iba a pasar, noches en vela, ansiedad sin más. No quería ver la verdad. Como tanto otros ciega estoy en mi realidad.
No sé si fue bueno pasarlo tan mal. La desesperación me destrozó, me humillé, me dolió. A pesar de ello algo bueno salió. Los ojos abrí, la realidad se presentó ante mí.
Sinceramente, no me gustó lo que vi. Una parte de mí quería huir de ti. No quería formar parte de lo que tanto despreciaba: personas superficiales, historias ficticias plagiadas, irreales.
Al verme a mí similar a ti, me di asco, quise huir. Lamentablemente la vida está en contra de mí y esta me obligó a continuar viviendo sin ti.