Ya en el trabajo no me puedo resguardar.
Tu recuerdo me persigue, me martiriza sin parar.
Sé que ambos no tenemos ni una sola oportunidad.
Pero, en mi necedad, espero un futuro que nunca llegará.
Ya en el trabajo no me puedo resguardar.
Tu recuerdo me persigue, me martiriza sin parar.
Sé que ambos no tenemos ni una sola oportunidad.
Pero, en mi necedad, espero un futuro que nunca llegará.