Esa puerta cerrada que no quieres abrir.
La ignoras, la olvidas, mejor que sea así.
Deberías saber que no quiero sufrir.
De ahí que me aleje de la puerta que elegí.
….
Esa puerta que guarda recuerdos tras de sí,
esos que tú pisoteaste con frenesí.
Una historia que ahora ha quedado en el recuerdo,
tras la puerta que, con celo, velo por su encierro.