Puedes abandonarme una y otra vez,
pero lo que no sabes es que no me dejaré caer.
Acostumbrada a la derrota me rebelo con valentía,
levantándome del suelo no me rendiré, moriría.
Puedes abandonarme una y otra vez,
pero lo que no sabes es que no me dejaré caer.
Acostumbrada a la derrota me rebelo con valentía,
levantándome del suelo no me rendiré, moriría.