Ilusiones varias se convirtieron en decepción. Lloros y lágrimas en aceptación.
No me di cuenta hasta que era ya tarde.
Destrozaste mi alma, la convertirse en perdón.
“Todos somos iguales” tú me dijiste una vez. Yo ya lo sabía, no me decepcionaste otra vez.
“Destrozaste mi alma, la convertirse en perdón.”
Me da la impresión de que el contenido entero de esos versos está escondido en esa pequeña frase. Me movió mucho.
Me gustaLe gusta a 1 persona