No puedo dormir. Me siento sola, abandonada. De vuelta, otra vez, ese vacío que creí disipar cierto día. Otra vez de vuelta.
No lo soporto. Me atormenta, me agobia. Desearía sentirme calmada, pero ni el sueño me relaja.
De nuevo la ansiedad, el ahogo. El dolor de cabeza provocado por el remolino de pensamientos incoherentes y estúpidos. Me acechan. Me envuelven con su capa dolorida en un vano intento de llamar la atención de un ibuprofeno. Pero eso no te calmará.
No hay bálsamo que logre remitir el dolor de una mente atormentada.
Tienes grandes entradas y buenas palabras.
Será un placer leerte.
No hay bálsamo que logre remitir el dolor de una mente atormentada
Me gustaLe gusta a 1 persona
El placer es mío por tenerte como lector. Un saludo 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona