Llegué a casa como todas las mañanas. Me puse a tocar el piano, últimamente me siento inspirada o eso creía. Tocar me libera, me hace entrar en otro mundo. Un mundo de paz y tranquilidad.
No debí haber visto la foto. Su foto.
Soy fuerte pero hasta cierto punto. Me miento a mí misma hasta que sucede. Me desmorono.
Hacía tiempo que no me cortaba tan fuerte. Fue un alivio y un golpe, volver a la realidad, abrir los ojos. La sangre resbala entre mis dedos mientras yo la observo impasible.
Ya no siento mi mano. Tiemblo. Tengo frío.
Por favor…
PARA